Esta es una de las historias más entrañables del colectivo de amigos de Torre Juana. Por adelantado nuestro agradecimiento infinito a José Manuel Moreno y Marisa Morán. Vamos a por la historia.
La muerte de la vieja Araucaria chilena
Entre los árboles señeros de Torre Juana destacaba una Araucaria chilena que se erguía hacia el cielo con la pesadumbre de la escasez de agua que había padecido en los últimos años. Economizando ramas y hojas verdes, se defendía del calor de cada verano, sin embargo, su resistencia a la vida quizás la esquilmó y debilitó tanto que cuando recibió con generosidad los primeros y abundantes riegos dio sus últimos respiros clorofílicos. Desde la puerta de entrada se percibía una cierta tristeza, la Araucaria ya no lucía su porte elegante y distinguido.
Una nueva Araucaria australiana
No sabemos como José Manuel Moreno y Marisa Morán tras muchos años desplegando generosamente su conocimiento y apoyo a las universidades de medio mundo se enteraron de este hecho pues pese a su apego a tierras valencianas vivían su día a día en Madrid. Lo cierto es que un 25 de abril de 2017 acompañados de Miguel Agulló uno de los responsables, entre infinitos proyectos, de entorno botánico de Atocha, vinieron con una nueva Araucaria, también de lejanas tierras, aun que criada en la Vega Baja del Segura y con una altura muy similar a nuestra vieja Araucaria chilena.
La plantación de la nueva Araucaria
La plantación fue compleja. El tamaño del árbol, la ubicación. etc. Se cuidaron todos los detalles. Los preparativos fueron importantes. Se eligió un sitio próximo pero no el mismo en el que estaba plantada la Araucaria. La razón de su muerte quizás fue debida, aparte de la carencia de los mimos necesarios, a la proximidad a algunos árboles próximos con los que no tenía mucha compatibilidad. Miguel nos decía que hacía falta un hoyo grande, a nosotros nos parecía muy exagerado, pues pensábamos en una Araucaria joven de apenas dos metros como máximo.
La sorpresa al día siguiente fue ver aparecer un enorme camión que por su tamaño no podía entrar por la puerta de entrada de vehículos. Y la Araucaria apenas cabía en el camión. La fotos muestran la complejidad y trabajo de la plantación. Maquinaría, personas, etc…
La Araucaria ya luce plantada en un lugar muy próximo y en la nuevas fotos da realce a la Ermita. entre otros paisajes de Torre Juana. Gracias José Manuel y Marisa por vuestra amistad y generosidad. Algo vuestro crece en Torre Juana. Y tenemos el compromiso de cuidarlo de por vida. Como la amistad los árboles crecen y aspiramos a que nuestro árbol roce el cielo…