Tras algún tiempo vacía nos regalaron dos periquitos (Bill y Lola) que mantuvieron un romance tras algunos meses en solitario. Frente a todo pronóstico se cortejaron muy entrado el otoño, anidaron y dieron calor a sus crías en pleno invierno…
En esos trances Said encontró un periquito azul moribundo cerca del gigantesco ficus de Torre Juana. Lo juntó con Bill y Lola y al poco tiempo recuperaba su energía vital. Hoy, Criptina, luce un azul llmativo que contrasta con el verde la la familia de Bill y Lola.
Lo mejor es que estos fríos días de enero estamos viendo a Ana la hija de Bill y Lola. Y seguiremos. Pronto daremos cuenta gráfica de los nuevos pobladores de TJ OST.
Que bonito y vital conentario. Sienta bien. Una de las mejores lecturas del día.
Abrazos
Maris Teresa