El mantenimiento del patrimonio histórico requiere de una atención permanente. Conservación no debe ser sinónimo de riesgo para las personas. Hace escasos días se ha concluido la reparación del muro de contención que bordea la Casa del Guarda, habitada por la familia que cuida Torre Juana. La raíz de un joven olivo facturó el muro con desprendimiento que de haberse producido en una franja horaria determinada hubiera coincidido con el la hora de paso de la familia en el acceso de su vivienda. Hoy reparado, terminado y esperando el tratamiento exterior correcto
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